La Uveítis se define como la inflamación de la úvea, lámina intermedia del ojo que se encuentra entre la esclerótica y la retina, la cual aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, y es una de las causas del ojo rojo.
Suele acompañarse con disminución de la agudeza visual, de curso lento y progresivo, dolor y sin secreciones.
Por extensión también hace referencia a cualquier tipo de inflamación del interior del ojo. Suele cursar con cierta intolerancia a la luz (guiños, deslumbramientos, etc) y requiere de un exhaustivo examen del fondo del ojo. Puede afectar a uno o ambos ojos.
Se suele clasificar en cuatro tipos: Anterior, Intermedia, Posterior y Panuveítica.
Uveítis Anterior
De dos tercios a 9 de cada 10 casos uveítis. Es una inflamación del iris del ojo, córnea y cuerpo ciliar, provocada generalmente por una enfermedad autoinmune como la Artritis Reumatoide o la espondilitis anquilosante, pero en la mayoría de los casos es por causa desconocida. Suele tratarse de casos aislados o a veces recurrentes o crónicos. Cursa con ojo rojo, conjuntiva irritada, dolor y pérdida de visión parcial.
Síntomas
- Ojo rojo
- Visión borrosa
- Sensibilidad a la luz
- Manchas que flotan
- Dolor
Tratamiento
Se suele tratar con glucocorticoides esteroideos, de uso tópico, oral, colirios o intravascular.
Complicaciones
La uveítis, especialmente sus formas crónicas y no tratadas se ven asociadas con una alta incidencia de complicaciones que ponen en riesgo la visión, tales como:
- Cataratas
- Desprendimiento de retina
- Glaucoma
- Hemorragias intraoculares
- Líquido en la retina (edema macular quístico)
- Pérdida de la visión
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